Sintomatología y tratamiento del enfado inútil

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¿Te enfadas día sí y otro también por la corrupción política?

¿y en un atasco?¿te cabreas porque llegas tarde otra vez al trabajo?

o ¿aún sigues enfadad@ con tu pareja porque compró jamón cocido en lugar de pechuga de pavo?

Seguro que de algún modo u otro has experimentado un enfado de este tipo: es a lo que yo denomino un cabreo inútil porque no resuelve nada y te roba energía.

La verdad, es que de esto nadie está exento. Sin ir más lejos, yo mismo sufrí uno de estos cabreos hace unos días, así que voy a utilizar esa experiencia personal para explicar la naturaleza de este tipo de enfados  y cómo resolverlos.

Déjame que te cuente..

Historia de un cabreo inútil

Estoy de vacaciones. smile

Bueno, la verdad es que nunca paro del todo. Pero venir en verano a visitar a mi familia al pueblo donde pasé más de 15  años siempre es entrañable.

Lo que pasa es que este pueblo no es un pueblo cualquiera, ya que en estas fechas multiplica en 5 su población: estoy hablando de Torremolinos*

Pues bien, por sus playas Torremolinos en Agosto es muy atractivo para los turistas, pero para los locales puede convertirse en un infierno, especialmente cuando resides cerca de la playa y tienes que aparcar, y ese es mi caso.

Hace unos días tuve que hacer unas gestiones y aunque es casi imposible, al regresar venía con la esperanza de encontrar un aparcamiento.

Al llegar a mi calle vi a lo lejos un hueco, y aceleré emocionado para asegurarme de que nadie me quitaba MI SITIO! evilgrin

No obstante, al aproximarme me llevé un chasco increíble.

Que ¿por qué? Pues porque me encontré con esto.

Mi reacción instantánea fue cabrearme y soltar una palabra que empieza por “cabr” y acaba en “azo”. angry

No me quedaba otra que seguir buscando..

Pero la suerte estaba de mi parte y a tan solo 100 metros encontré otro sitio. Esto en circunstancias normales habría sido motivo de un inmenso júbilo, si bien yo no podía evitar seguir acordándome de la madre del motorista.

Soy muy honesto: mi mente resentida me decía que se merecía que le dieran una patada a la moto o le dejaran una nota grabada con una llave en el chasis.

Me bajé del coche y entonces caí en la cuenta de la suerte que había tenido de haber encontrado otro aparcamiento tan sólo unos metros más adelante, y en cómo estaba consumiendo inútilmente mi tiempo y energía con un absurdo discurso interno: mi problema que era aparcar el coche estaba ya resuelto, y por supuesto no iba a hacer ninguna de esas salvajadas que se me habían pasado por la cabeza.

Mientras andaba hacia la casa de mis padres, me puse el traje de coach para librar la batalla con mi ego y empecé a pensar una respuesta interna más efectiva para aquella situación.

Enseguida llegué a la conclusión de que si la moto hubiera estado bien aparcada habría sido bastante probable que ese hueco hubiera estado ocupado por otro coche. neutral

Sin embargo mi ego me decía que en cualquier caso no era de recibo esa forma de dejar la moto porque impedía claramente que aparcara otro coche, lo que me llevaba a pensar en dejar un post-it con algo así como “¡a ver si aparcas mejor la próxima vez, so capullo!”

Tampoco eso era muy efectivo, no.. oops

Finalmente me vino a la cabeza cómo expresar lo que yo quería, y el mensaje habría sido algo así como:

“Estimado usuario de esta moto.

Como puede observar, su vehículo ocupa dos plazas de aparcamiento. Dada la escasez de sitio para aparcar en estas fechas, para mi u otro conductor habría sido estupendo haber podido aparcar aquí el coche, por lo que le ruego que en el futuro, en la medida de lo posible, trate de aparcar correctamente para que todos nos podamos ver beneficiados.

Muchas gracias”

Si bien este mensaje es muy correcto y asertivo, inmediatamente pensé que al dueño de la moto le iba a dar exactamente igual, por lo que evidentemente no dejé ninguna nota.

Todo lo que te acabo de contar no duró más de 10 minutos.

Pero ¿cuántas veces te has tirado mucho más tiempo rumiando un enfado inútil?

Cómo se origina un enfado

1. Detonante

Siempre que hay un enfado existe un detonante, es decir un estímulo que dispara esa emoción de ira.

En mi caso el detonante fue ver aquella moto aparcada como ya te he explicado anteriormente.

Igual estás pensando,  “pero si tú eres coach experto en inteligencia emocional, cómo es que te cabreas”

Pues sí, me enfado porque es humanamente normal e incluso necesario.

2. Enganche

Lo que no es emocionalmente inteligente es lo que ocurrió a continuación, que fue el “enganche” a la emoción, y sobre todo era inútil porque no tenía a quién expresar mi queja.

Como explicaba en la entrada “cómo controlar los  ataques de ira”, lo que me ocurrió fue una especie de secuestro emocional.

Fíjate que si bien la emoción te atrapa, es el discurso interno el que la realimenta y por tanto te aprisiona.

Tanto es así que tan sólo un minuto más tarde ocurrió algo que era motivo de celebración (encontré otro aparcamiento inmediatamente), y el “enganche” no me dejó disfrutarlo.

Ahí estaba mi ego un tanto indignado quejándose por aquella actitud incívica: es decir, realimentando el cabreo..

Pues bien, el enfado te lo llevas contigo tan lejos como quiera tu ego, como le pasaba al monje zen del cuento zen “dos monjes y una mujer”..

Cómo resolver un enfado inútil

1. Toma de conciencia

Cuando eres capaz de observarte a ti mismo con un discurso interno de queja, indignación, resentimiento.. es cuando puedes empezar a resolver el cabreo.

En mi caso, en seguida tomé conciencia y me dije: ¿pero si de qué te sirve estar soltando semejante perorata? Bueno lo de perorata no lo dije porque no soy tan pedante cuando hablo conmigo mismo..

Me di cuenta de varias cosas:

• De que no estaba hablando con el motorista ni con nadie que pudiera empatizar y por tanto seguirme el rollo, si no conmigo mismo
• De que no podía cambiar el hecho de que aquella moto estuviera mal aparcada
• De que había tenido suerte encontrando otro aparcamiento

Esto enfrío mucho la emoción, hasta el punto que incluso llegué a reírme por las ocurrencias gamberras totalmente ridículas que me habían venido a la mente.

2. Aceptar los hechos

Este es el paso fundamental para desengancharse de la emoción.

Cuando acepté que no podía cambiar ese hecho, fue cuando se detuvo el discurso interno y pude soltar la emoción.

Entonces es cuando me dije a mi mismo: “vaya cabreo más tonto..”

Una vez tomas conciencia, debes aceptar lo sucedido para resolver el discurso interno que te engancha a la emoción. 

Si tienes dificultades con la aceptación, quizás te pueda ayudar la entrada: “aprender a aceptar”

Conclusión

Enfadarse es humano y necesario para expresar tus límites, pero cuando no puedes hacer nada con respecto a esa situación, ese enfado es totalmente inútil y lo único que hace es robarte energía.

Es por eso que lo oportuno es resolverlo en la menor brevedad posible.

Para ello debes tomar conciencia y aceptar que no puedes controlar ni cambiar lo ocurrido

Al final, como me ocurrió a mí, es posible que te acabes riendo por haberte enfadado tan tontamente.

¿Nos cuentas algún cabreo inútil con el que te has acabado riéndo? smile

*Torremolinos es uno de los pueblos de más turísticos de España desde los años sesenta.