Desde hace ya unos años practico meditación a diario y he de decir que sin duda es uno de los mejores hábitos que he adquirido en mi vida: la práctica ha supuesto para mí un pilar básico en mi equilibrio personal.
Sin embargo, cuando hablo de ello con amigos, con bastante frecuencia me hacen comentarios sobre la idea que tienen acerca de la meditación, que sin duda se convierten en una barreras a la hora de dar el paso para iniciarse en la práctica.
Te soy sincero: a mí mismo hace unos años me parecía esto de la meditación algo bastante “místico”, pero al profundizar descubrí que tenía bastantes creencias erroneas sobre la meditación.
A continuación te enumero algunos de los mitos sobre la meditación más extendidos que debes desterrar para empezar a meditar.
8 mitos sobre la meditación que has de desterrar
1. La meditación requiere un tiempo del que no dispongo
Empiezo por esta porque es la más importante desterrar. De hecho más que un mito, es una excusa.. angry
Si me dices que no tienes 10 minutos para meditar no me lo voy a creer.
Puedo aceptar que no tengas la suficiente motivación, o que pienses que es algo que no va contigo. mrgreen
Para ello estoy hoy aquí, para desmitificar todas esas creencias y que dejes de tener excusas wink
En serio: basta con 10 minutos al día para que este hábito tenga unos resultados extraordinarios en tu salud.
El tiempo que empleas meditando, estás haciendo un trabajo importante de introspección y de centramiento a todos los niveles.
2. La meditación es dejar la mente en blanco
Quizás esta sea la creencia más extendida: la meditación es dejar de pensar.
Esto no sólo es falso sino que es prácticamente imposible. Tu cerebro permanece siempre activado y de un modo u otro piensa.
De lo que se pretende en la meditación, según cada práctica es de estar “atentos”, “presentes”, “observar”…
Es posible que sientas que no estás consiguiendo nada al no ser capaz de seguir las pautas de la meditación, sin embargo estarás consiguiendo reducir en mayor o menor grado la reactividad de tu cerebro.
De este modo conseguirás un mayor autoconocimiento y autocontrol.
3. Meditar requiere estar sin hacer nada durante un tiempo
Para desmitificar este pensamiento hay que enseñar la diferencia entre la meditación formal de la que no lo es.
La meditación formal es la práctica habitual de meditación que se realiza una o dos veces al día en un lugar apropiado para la práctica.
Sin embargo existe otra tipo de meditación “no formal”, que puedes realizar en cualquier lugar y en cualquier momento, sin tener ningún tipo de restricción medioambiental.
Te pongo a continuación algunos ejemplos para que entiendas en qué consiste esta meditación “no formal”:
- Escucha activa: presta atención a alguien e intenta captar todo el mensaje sin empezar a pensar cómo vas a responder o cualquier otro tipo de cosa
- Deleita la comida: saborea la comida del día. Para ello apaga la tele, cierra el periódico…
- Escanea tu cuerpo: cuando tengas un tiempo muerto (por ejemplo en el metro, en la consulta del médico o incluso antes de dormir) puedes “jugar” a escanear tu cuerpo. Hacer esto ya es una práctica meditativa.
Hay muchísimas prácticas meditativas, por lo que seguro que puedes encontrar alguna que se ajuste a tu estilo de vida.
4. Para meditar hay que sentarse así…
La meditación parece asociada a la postura del loto, extendida principalmente por la popularidad que ha adquirido el budismo y otras filosofías orientales.
Es cierto que durante la meditación formal es conveniente sentarse con una postura erguida, en la que la espalda permanezca bien alineada, sin embargo no es imprescindible siempre adquirir una postura como esta.
De hecho debes practicar meditación en una postura que para ti sea cómoda: puedes meditar en una silla manteniendo la espalda recta.
Obtendrás los mismos beneficios que si te sientas en la postura del loto.
5. La meditación es algo de los budistas
La representación de Buda sentado meditando en la postura de loto ha llevado a asociar esta práctica con el Budismo.
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Quiero desmitificar esta asociación porque hace que muchas personas de entrada rechacen iniciarse en la meditación ya que no les gusta la idea de identificarse con prácticas religiosas o espirituales, traduciéndose así en una barrera de entrada a esta práctica.
Aunque es cierto que la religión y la espiritualidad, trabajan en el ámbito de la introspección personal, y por tanto cuentan con diferentes prácticas meditativas, para meditar no es necesario llevar una vida espiritual o religiosa.
Os pondré ejemplos claros: muchas personas que hacen “meditación” en sus trabajos:
- Músicos profesionales: normalmente concentran todos sus sentidos en la música, fluyen y están con ella presente en cada momento. Es extensible a la mayoría de los artistas en general.
- Catadores de vinos: en este caso concentran su atención en el sentido del gusto y del olfato, y han de deshinibirse de el resto de las cosas del mundo para alcanzar el mayor grado de concentración.
- Deportistas de élite: habrás oído que lo que diferencia a los mejores deportistas del resto es su mentalidad. Para llegar a la excelencia, los deportistas han de concentrar toda su atención en diversos aspectos durante el entrenamiento.
- Malabaristas, funanbulistas, bailarines…
Creo que queda demostrado no hay que estar asociado con ningún tipo de práctica espiritual o religiosa para meditar, y por extensión al Budismo.
6. Meditar es muy difícil
Probablemente este es uno de los mitos sobre la meditación con más “creyentes” smile
Meditar no es difícil ni fácil. Es un hábito, y como cualquier otro hábito necesitas establecerlo de un modo lento y progresivo.
Para meditar necesitas tener un cierto grado de motivación, ya que la práctica al principio requiere que salgas de tu zona de confort.
Esto se produce porque no tienes costumbre de estar centrado/a en ti o en tus pensamientos, lo cual es demasiado incómodo para tu subconsciente y por ello tratará de convencerte de que meditar “no es lo tuyo”.
Puede ser útil que busques prácticas de meditación que estén relacionadas con alguno de intereses personales, de este modo incrementará tu motivación.
Si necesitas ayuda a este respecto puedes ponerte en contacto conmigo y puedo darte “pistas” sobre prácticas meditativas que se ajusten a tu persona.
7 La meditación es una moda
Pues la verdad es que la meditación es una práctica que lleva realizándose durante milenios, por lo que de ser una moda, es una moda milenaria bigsmile
En mi opinión, si la meditación está hoy en día de moda, es porque la ciencia está respaldando los beneficios de esta práctica.
Esto le ha hecho ganarse el respeto en la medicina, y quizás sea por esto que actualmente hay una tendencia creciente a iniciarse en la meditación.
También el creciente interés por muchas personas por tener una vida sana ha llevado a comercializar la meditación hasta el punto que en Argentina desde hace unos años se celebran fiestas denominadas Yoga Rave que incluyen prácticas meditativas.
8. Meditar es controlar los pensamientos
¿Podrías controlar a un mono saltando de rama en rama?
Pues así es como funciona nuestra mente. Por tanto con la meditación sólo puedes tratar de observar los pensamientos, hacerte consciente de ellos y dependiendo de la práctica meditativa podrás intentar modificarlos o dejarlos ir, nunca controlarlos.
Si te digo que no pienses en un elefante, es bastante probable que inmediatamente pienses en un elefante.
En prácticas de meditación de atención plena o meditación mindfulness, puedes dirigir tu pensamiento, pero inevitablemente aparecerá “el mono” saltando de rama en rama sin que seas consciente de que va a aparecer.
Sólo cuando tomes conciencia de que se ha colado en tu práctica, podrás invitarlo a salir. wink
Hasta aquí la entrada de hoy.
Espero haber ayudado a aquellos que quieren iniciarse en esta práctica desmitificando algunos de los mitos sobre la meditación más comunes.
¿y tú?
¿Nos cuentas qué te frena para iniciarte en la práctica de la meditación?
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