Hace unas semanas empecé esta breve serie cuyo objetivo es ayudarte a que nadie entierre tus sueños.
Si no has leído la anterior entrada te invito a hacerlo aquí antes de continuar leyendo:
Deja de ser uno más de la manada
En esa entrada te contaba cómo la sociedad y el sistema educativo termina por arrastrar a la mayoría hacia una manada en la que se vive más pensando en encajar y complacer al sistema, que en vivir según la propia esencia.
Si te sientes identificado porque a menudo haces o dejas de hacer cosas por no defraudar a otras personas, no sientas vergüenza, es muy habitual limitar la vida propia para satisfacer a otras personas.
Sin embargo, que sea común no lo convierte en una buena práctica. De hecho puede estar siendo la diferencia entre le vida que sueñas y tu situación indeseada.
Por eso en esta entrada te voy a a ayudar a tomar el control de tu vida sobre la influencia de los demás.
¿Empezamos?
El “poder” de los demás
Como consecuencia de la educación de la que hablaba en la entrada anterior, de un modo consciente o inconsciente es habitual acabar comportándose de una manera determinada con el único fin de no defraudar a otros.
Esos otros son siempre personas que de un modo u otro tienen “poder” sobre nosotros.
- el “poder” jerárquico que ejerce tu jefe en la organización en la que trabajas
- el “poder” emocional que ejercen familiares, como ocurre con los padres sobre sus hijos, los hijos sobre sus padres y las parejas entre sí.
- el “poder” de aceptación a un colectivo que ejercen amigos y otros colectivos
Sin embargo, si observas, ese poder está entrecomillado, y lo está porque, aunque se sufra a menudo, no es real.
Por eso desde este momento quiero que tengas muy clara una cosa:
Nadie tiene poder sobre ti
Absolutamente nadie.
La manera de evitar que los demás entierren tus sueños es bien simple: quítales poder sobre ti.
Observa que la única razón por la que alguien tiene poder sobre ti es porque en alguna ocasión tú se lo concediste, y a día de hoy aún no se lo has arrebatado.
Para comprenderlo mejor te pondré algunos ejemplos.
Cuando le permites a tu jefe que sobrepase los horarios contratados, es porque le concedes el poder de abusar de su posición. Sí, puede que te despida, pero créeme, en la mayoría de los casos enfrentarte a tu jefe no te pondrá de patitas en la calle, sino que le hará entender tus límites, lo que te proporcionará mayor autoestima al estar recuperando el respeto que realmente mereces.
En el ámbito personal si dejas de hacer algo para evitar que tus padres, hijos o pareja se molesten, es porque le estás otorgando el poder de influir en tu vida de forma que te limita.
Así que cuidado con el “chantaje emocional”, que a veces es casi inapreciable…
El verdugo sólo aparece cuando encuentra a su víctima
Espero que a estas alturas te hayas dado cuenta de que el problema está en ti, en tus conductas y cómo gestionas tus emociones frente a ellos.
Si te limitas a evitar conflictos, serás un amargado pacificador, y lo que es peor, tu autoestima acabará por los suelos.
Para evitar que entierren tus sueños, piensa en ti primero: si es necesario defrauda a los demás Clic para tuitear
Y como la única manera de controlar tu vida es “pasar de la opinión de los demás”, te propongo un nuevo desafío…
El reto: ¡que les den!
No dejes de ser tú para que otros vivan mejor
Llegado a este punto te propongo un reto que podría cambiar tu vida.
Se trata de ser tú mismo, dejando de actuar influido por lo que los demás esperan de ti.
Durante una semana no hagas nada por nadie si no deseas hacerlo y que no dejes de hacer nada por tratar de evitar molestar a otras personas (siempre que las consecuencias de este cambio de conducta no suponga un daño a tu vida).
Y cuando digo nada es NADA.
Obviamente esto no es nada sencillo, por eso te voy a dar una guía.
Paso 1: Toma de conciencia
Reflexiona sobre las cosas que haces y que no te gusta hacer
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Por qué lo haces?
- ¿Está de acuerdo a tus valores personales?
- ¿Esperas tú de ti mismo actuar de esa manera o lo espera otra persona?
- Si tú esperas de ti mismo actuar así, ¿es una expectativa que satisface quien te gustaría ser o quien eres actualmente?
Identifica al menos 3 obligaciones auto-impuestas y las personas que te conducen a hacerlas.
Reflexiona sobre las cosas que te gustaría hacer y que no haces
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Por qué no las haces?
- ¿Estás dejando de hacerlo por lo que pensarán otros o por no defraudarles?
- ¿Si tuvieras un entorno social diferente lo harías?
Identifica al menos 3 acciones que dejas de hacer por “el qué dirán” o por no defraudar a otras personas.
Paso 2: Identifica tus conductas limitantes
Si en el primer paso has reflexionado sobre qué haces o dejas de hacer, en este segundo se trata de que observes cómo lo haces.
Tus comportamientos limitan tu vida, así que detectar esas conductas que te limitan es esencial para superar con garantías este reto.
Para saber mejor cómo hacerlo lee este artículo en el que expliqué “cómo identificar y modificar conductas limitantes”
Paso 3: Controla cómo te comunicas con los demás
Uno de los grandes problemas a los que te enfrentarás en este reto es el de ponerle límites a esas personas que esperan de ti otra cosa.
Para ello habrás de ser asertivo, o lo que es lo mismo desarrollar la habilidad de decirle a los demás cuál es tu postura sin perder las formas o sin que las emociones te desborden.
Para aprender a ser más asertivo te dejo esta extraordinaria guía del blog de Pau Navarro:
Asertividad: 10 claves para no callarte lo que sientes
Para controlar las emociones que supone decirle a otra persona algo que no espera te recomiendo que cada mañana con el desayuno te tomes una pastillita de ME LA SUDA 600 mg. Obviamente este fármaco no existe, pero puedes simularlo con algún tipo de fruto seco.
Si son personas cercanas o accesibles infórmales de que tu coach (échame la culpa a mí si quieres) te ha puesto un ejercicio de priorizar y que durante una semana vas a atenderte a ti mismo por delante de todos los demás.
Te anticipo que te encontrarás con resistencia, y para eso ya sabes la receta.
Si no lo entienden ¡que les den!
Si te llaman egoísta ¡¡QUE LES DEN!!
Si te juzgan o se ríen ¡¡¡QUE LES DEN!!!
Ahora te toca a ti:
¿Tienes alguna conducta que te limita por la influencia de otras personas?
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Que les den, con cariño, pero que les den tongue
Sin duda tenemos una influencia muy fuerte de nuestro entorno.
Sin embargo, de los tres ejemplos que has dado hay diferencias muy evidentes.
Tu jefe va a buscar lo que es mejor para la empresa. Y si tiene que elegir, probablemente pensará en lo que beneficia a la empresa antes que lo que te beneficia a ti.
A tus amigos les importas, sí, pero por lo general ellos van a estar por delante. Mirarán en tu beneficio siempre que no interfiera con el suyo propio.
A tu familia (incluyo amigos broh’s forever que son casi como familia), en especial a tus padres, sí que les importas más que ellos mismos y siempre van a mirar en tu beneficio.
El problema es que lo que ellos creen mejor para ti quizá no lo es, o tú no piensas que lo sea.
En ese momento si no haces lo que ellos te aconsejan les harás sufrir.
Y eso no es fácil, por muy decidido que estés a tomar tu propio camino.
En cualquier caso, decir “que le den” a tu jefe es fácil, a tus amigos puede ser complicado y a tu familia es realmente un reto.
Pero nadie dijo que la libertad fuera gratis.
Profunda y acertada reflexión, Álvaro ?
Muy adecuada para los que vamos a dar un volantazo en la vida.
Un abrazo, me alegro mucho de ver nuevas publicaciones tuyas bigsmile
Rener
Gracias por esta interesante reflexión Rener,
En lo de la familia, me refería a esas personas egoístas y manipuladoras que existen y que se aprovechan del vínculo emocional. Hay madres viudas que con tal de no quedarse solas les hacen la vida imposible a sus hijas fastidiando sus relaciones de pareja (por poner un ejemplo)..
A aquellos que sí que con cariño quieren algo para ti que tú no quieres, sin duda hay que aplicar la asertividad. Igual que ellos no tienen poder sobre ti, tú no lo tienes sobre ellos, es decir, tú no les haces sufrir, son ellos los que sufren por asimilar la situación desde el miedo y con falta de aceptación.
Al final de lo que se trata es de luchar por la libertad propia, y como tú bien dices nadie dijo que la libertad fuera gratis.
Mil gracias por comentar!!
Un abrazo
Buenas Álvaro,
yo a todo lo que comentas lo llamo poner la sintonía de la radio demasiado alta. Cuando esa sintonía es demasiado alta, siempre emite ruido. El hecho de que oigas como tus familiares, amigos u otras personas cercanas comentan negativamente de ti y se acaba convirtiendo en algo que te limita, significa que has dejado demasiado tiempo la radio encendida y a demasiado volumen.
Gran parte del hecho de sentirse libre se consigue a través de la concienciación de que poseemos una personalidad individual, lo que no significa que ni se coopere ni se piense en el bien común. Me refiero a llegar a un nivel de consciencia en el que conciba la vida como la tuya propia y logres invitar a las demás personas a ella en lugar de verte arrojado a una vida que ni es la tuya ni te beneficia.
He conocido a varias personas que viven con la radio al mínimo volumen (desafortunadamente la radio no se puede apagar). Cuando el ruido se convierte en un susurro, uno empieza a escuchar el mundo de otra forma, más ligado a quién realmente es y a lo qué realmente tiene que hacer.
Muchas gracias por esta reflexión Sergio,
Me gusta mucho la analogía, y por eso la meditación es tan importante. El principal problema se lo encuentran las personas que han visto su autoestima socavada por presiones familiares o sociales y que han acabado por generar creencias que retumban en su cabeza, que en realidad no son más que ese ruido del que hablas.
Me apunto al reto de bajar el ruido de la radio, combinado con el “qué les den!” bigsmile
Como siempre tan generoso! Gran post Alvaro! Siento estar desaparecida pero parece que nos hemos puesto de acuerdo y he decidido tener unas semanas tomando QUE LES DEN 600 mg (3 veces al día!!) wink
Darte mil gracias por el artículo, impecable. Besos.
Ps: amenazo con volver!
Hola María!
¡Qué ilusión verte por aquí!
Gracias por dejar tu comentario y por supuesto, ¡qué les den! si eso es lo que necesitas wink
Hola, leo tus artículos de vez en cuando, ¿en serio crees que una persona de 40 años puede dejar lo que hace y empezar una profesión nueva? Me gustaría creerlo pero lo veo muy difícil o para gente muy formada, me equivoco? Un saludo, gracias por tu blog.
Hola Rubén
Yo empecé a hacerlo a los 36 años (no creo que la diferencia sea mucha) y tengo algún cliente que se ha reinventado a los 46.
Mucha gente después de los 40 no tienen posibilidad de reubicarse en su sector y la reinvención es la única salida. Obviamente, cuando estás entre la espada y la pared lo haces sin pensar si es posible o no.
En cuanto a tu segunda pregunta, sí es difícil, pero también es posible. Obviamente cuantos más conocimientos tengas mejor, pero la formación es algo que puedes adquirir si empiezas desde hoy con dedicación.
Si en algún momento crees que te puedo ayudar profesionalmente, no dudes en contactar conmigo.
Un abrazo!
Ruben, yo tengo 42 y desde hace un año estoy cambiando mi vida, tienes que tener la convicción y sobre todo la creencia de ello, si crees que no es posible, vas a tener la razón, si por el contrario crees que si es posible, también vas a tener la razón. Es complicado comprenderlo, creéme que sé de lo que hablo porque lo he vivido, No es fácil y ese es el plus, a esta edad se hace todo un poquillo más complicado (porque queremos claro), pero he aprendido que es la mejor de las edades a pesar de que a mi en particular me pegó más de lo que hubiese querido.
Álvaro, me ha encantado tu post, y los retos simplemente hay que cumplirlos… jejeje, sobre todo porque a mi como a muchos supongo, les ha pesado el que dirán y más cuando se meten en tu vida u opinan de ella haciendote sentir a veces un perdedor… que les den!
Un abrazo a las dos smile
Y con 47…. yo me apunto al cambiar ?…si, si. ….nunca es tarde. …
Gracias Alvaro por un articulo con tanto contenido de valor. Yo solo añadiria que despues de ponerlo en practica, se den cuenta, que en realidad si actuas como tu dices, no pasa nada, el mundo no se derrumba, al contrario, el sol y la luz brillan con una fuerza distinta. Bsss
Hola Lluisa,
Totalmente de acuerdo, los miedos siempre residen en nuestra cabeza y más allá de ella la realidad siempre difiere.
Un abrazo smile
Excelente artículo Álvaro, creo que el punto 2 y el punto 3 hay que trabajarlos todos los días sobretodo cuando atravesamos una etapa difícil en la que nuestro interior crítico se pone en escena.
Hola Tatiana!
Muchas gracias, sin duda es importante trabajarlo siempre, pero entiendo también que es complicado cambiar patrones conductuales de la noche a la mañana. Desde mi experiencia es mucho más fácil trabajar en ellos con un horizonte a corto plazo y por eso un reto de 7 días creo que es mucho más alcanzable.
Un fuerte abrazo!
Hola Alvaro:
de la lista de las conductas limitantes creo que las cumplo todas, tengo tantos límites que me siento ahogada, asfixiada, encajonada, estresada y al borde de la claustrofobia.
Sé que puedo y quiero decirle a mi jefe “que te den” pero no encuentro el camino, de momento estoy “descubriendo mi talento” con tu método, veremos qué pasa…mientras tanto a mantener un trabajo vacío y desmotivador.
Respecto a la familia tengo el “síndrome de hija mayor” tan arraigado que no creo que pueda deshacerme de él nunca jamás. Mis hermanos se aprovechan de la situación y mi madre abusa de sus privilegios.
En mi casa soy la mamá perfecta, atiende de su hija “única y absorbente” de manera complaciente y adopta la actitud silenciosa con su marido para evitar conflictos.
¿Amistades tóxicas?, por supuesto, gente con un montón de “problemas” que te usa como paño de lágrimas y a las que si no escuchas las dejas en la estacada.
En resumen, en estos momentos le daría un “QUE TE DEN” a todo el mundo y desaparecería por tiempo ilimitado de la faz de la tierra. Y no es que le eche toda la culpa a los demás, lo que más me cabrea es no saber cambiar MI vida.
Uffff que a gusto me he quedado, nunca había puesto esto por escrito. Mucho trabajo por hacer no te parece???
Hola Maria José!
Mucho trabajo pero nada imposible. Este reto te vendría muy bien la verdad.
Dices que no sabes cómo cambiar tu vida, pero es que la única fórmula es cambiar tus conductas. Si continúas satisfaciendo a los demás va a ser difícil que te atiendas con suficiencia a ti misma.
Yo que tú, en la medida de lo posible, pondría en práctica el “que te den” al menos con aquellas relaciones más tóxicas. Te puede liberar muchísima energía liberarte de obligaciones auto impuestas con aquellos que no suman en tu vida.
Mucho amor Maria José!
Yo descubrí esto mismo con la meditación. Cuando te sientas y analizas lo que estás haciendo en tu vida, te miras desde una perspectiva externa y ves que tienes dos tipos de vida: “La que estás llevando de cara al público y a tu entorno” y “la que realmente te gustaría tener”.
La primera conlleva un desgaste de energía increíble. Tenemos que desempeñar nuestro papel de “actor” ante todos los que nos rodean y eso, nuestra mente nos lo recompensa con enfermedades, ansiedad, depresión, estrés y miles de enfermedades.
La segunda, simplemente la gente sabe que la quiere, pero no sabe cómo conseguirla, porque caen en el error de querer alcanzarla sin desprenderse de lo que tienen actualmente.
En el momento en el que “pasas de todo lo que te rodea”, te das cuenta de que la vida es distinta y que puedes encontrar la felicidad en tí mismo y no en tu entorno.
Pasas de ser un superviviente que necesita alimentarse de lo que su entorno le proporciona, a ser una persona que no necesita nada de lo que tiene en su mundo, porque él mismo puede fabricar lo que sea.
Pero el pensar “que les den” a tu sociedad y a tu entorno, suena ahora mismo como una especie de locura:
-¿Y cómo pago la hipoteca?
-¿Y cómo alimento a mi familia?
-¿Y cómo…..?
-¿Y cómo…..?
Y todo es por la dependencia del mundo en el que vivimos.
Tratamos de agradar a los demás y no pensamos en nosotros mismos.
Tratamos de hacer felices a los demás, a costa de nuestra propia felicidad y nuestra propia salud.
Yo un día me cansé de eso y puedo asegurarte que mi vida siempre, en todos los aspectos ha ido a mejor y creciendo contínuamente.
Un saludo Alvaro.
¡Hola Álvaro!
Gracias por la mención y por este artículo tan directo y cargado de realismo. Me ha gustado como planteas este reto por etapas y las reflexiones que propones para tomar consciencia de que muy a menudo sufrimos para complacer a los demás. Se agradecen ejercicios tan prácticos y concisos smile
Eso puede ser bueno en ocasiones (la generosidad es una virtud) pero cuando se transforma en una rutina es cuando hay que empezar a ser más egoísta y defender nuestros propios derechos, porque nadie lo va a hacer por nosotros.
Me quedo con la reflexión de lo importante que es dejar de estar sometido a las opiniones y el qué dirán los demás. Sin duda es el camino hacia una mayor libertad
¡Un abrazo!
Gracias!!! No puedo estar más de acuerdo!!! En éste momento de vida estoy justo en ello. ☺.
Un abrazo
Yolanda
Hola, me gustaría ver tus vídeos, pero YouTube cerro tu cuenta, me da mucha rabia y lastima, tus blogs me han ayudado demasiado, me han dado energías❤️ necesitaba sentir que realmente no estaba sola, que habían más personas que pensamos más allá de todo, podria haber sido la única, pero esto me ayudó a encontrar un camino, que es el que quiero.
Hola Vanessa,
El contenido está todo en el blog, no te preocupes por los vídeos, que aunque ilustrativos tampoco tenían un contenido que no esté en el blog.
Intentaré recuperarlos y republicarlos en algún momento.
Un saludo y gracias por tus palabras