Cada semana organizo una reunión “meetup”* para debatir un tema concreto de lifestyle y desarrollo personal.
El asunto de la semana pasada giraba en torno a uno de las epidemias de nuestra sociedad: la insatisfacción laboral.
¿Odias tu trabajo?
Si la respuesta es sí, aquí encontrarás los primeros pasos que has de dar para salir de esa situación.
¿Estás harto de tu trabajo?
Este era el asunto del meetup.
En la convocatoria comentaba que el objetivo sería tratar de dar luz sobre cómo escapar de un trabajo insatisfactorio.
Asistieron unas 15 personas, que por una razón u otra les gustaría cambiar la situación laboral en la que se encuentran.
Para abrir el debate realicé una pregunta con el objeto de reflexionar en alto, y que te invito a que tú mism@ respondas:
¿Qué te lleva a seguir en ese trabajo que odias?
El dinero y el prestigio los principales motivos
La respuesta fue prácticamente unánime: la estabilidad que les ofrece recibir un salario fijo.
Entonces revisamos conjuntamente las necesidades básicas, concluyendo en cierta manera que tampoco hace falta demasiado dinero para tener una vida digna.
Sin embargo lo que preocupaba principalmente a la mayoría y seguramente a ti también es mantener el nivel de vida alcanzado.
Es decir: nadie quiere verse dando un paso atrás.
En el caso de un par de personas que habían conseguido importantes puestos, además del dinero el estatus logrado era algo a lo que les costaba demasiado renunciar.
Resumiendo, la mayoría de las personas, a pesar de estar realmente insatisfechas con su trabajo, no quieren renunciar a él principalmente por cuestiones económicas y de reconocimiento.
El miedo a perder
Sinceramente creo que la conclusión anterior habría sido alcanzada independientemente de las personas que hubieran participado en aquella reunión, ¿no crees?.
Algunos hablaban de que el problema es que nunca estamos satisfechos con lo que obtenemos y que tras cierto tiempo haciendo lo mismo y teniendo los mismos resultados nos sentimos aburridos y/o frustrados.
Sin embargo la mayoría de los participantes explicaban que lo que más miedo les daba del cambio de trabajo era perder todo lo que habían conseguido durante tantos años.
Y es que cuando te cuesta mucho trabajo alcanzar algo, sientes que has hecho una inversión de tiempo y de energía. Deshacerte de ello es percibido como un elevado coste.
Este coste se denomina coste hundido, y es esencialmente psicológico.
Dejar el trabajo que odias, conlleva necesariamente renunciar a cosas en la vida.
Obviamente eso es cierto, pero habría que responder a la siguiente pregunta para evaluar si esas cosas son buenas razones para seguir en el trabajo o no lo son.
¿Qué es verdaderamente importante en la vida?
Al plantear esta pregunta la mayoría respondió: la familia, la salud, la libertad…
De hecho, en una encuesta de Mercer en el Reino Unido en el que se preguntó a un grupo de personas qué es lo que más valoraban a la hora de elegir un trabajo, el salario quedó en una sorprendente séptima posición.
Entonces si el dinero no es tan importante y el estatus no está entre tus prioridades, ¿por qué se han convertido en los principales motivos para seguir en tu trabajo?
La respuesta parece residir en que adaptativamente como ser humano hemos evolucionado para preservar aquello que tenemos, y por tanto el miedo a perder es mucho mayor a la ambición por conseguir algo mejor.
Y es aquí donde la mayoría se bloquea: atrapados entre el miedo a perder y un trabajo que odias.
Si la familia, la salud y la libertad se encuentran entre tus prioridades ¿cómo es que pasas tanto tiempo en un trabajo que te mina psicológicamente tu salud, que te impide conciliar tu vida familiar y que por tanto no te ofrece la libertar de hacer aquello que te hace feliz?
La razón es que probablemente dependes exclusivamente de tu salario para satisfacer tus necesidades básicas y satisfacer el confort que tienes en tu vida, y no se te ocurre manera de conservarlo que no sea a través de ese trabajo.
¿Qué hacer?
Lo de echar currículums para cambiar de trabajo es algo evidente, pero si el problema no es tu compañía sino la actividad que realizas, será complicado que resuelvas el entuerto.
Evidentemente no voy a hacer demagogia diciendo que dejar tu trabajo y montártelo por tu cuenta sea sencillo.
Por supuesto que no y probablemente tampoco sea lo más recomendable.
Obviamente cuanto mayor es la dependencia económica hacia tu trabajo por obligaciones familiares (hipotecas, colegios, seguros, etc..) menor es tu grado de libertad y es por tanto más complicado salir del atolladero.
Pero complicado no significa imposible.
Complicado significa que para cambiar las cosas te va a hacer falta un mayor esfuerzo, y un importante grado de compromiso.
Lo primero que has de hacer es ordenar las prioridades y saber qué es lo realmente importante en tu vida.
Después has de construir una estrategia para atenderlas en orden, y seguirla para alcanzar una vida más satisfactoria.
Es probable que llegues a la conclusión de que necesitas ahorrar una cantidad de dinero antes de emprender un negocio.
En mi caso fue así. Tenía claro que mi trabajo tenía los días contados, pero necesitaba asegurar mi situación para no perder por completo el nivel de confort que es importante en mi vida, y por tanto no podía saltar al vacío sin más.
Sin embargo tuve que renunciar a otras cosas materiales y a mi estatus por obtener la libertad que hoy poseo.
Lo esencial para empezar a emprender
En el caso de aquellas personas con familia, las obligaciones contraídas obviamente deben ser aseguradas o replanteadas antes de tomar una decisión dramática.
La solución pasa muchas veces por ir preparando un plan B que te permita compatibilizar ese trabajo que odias con una actividad paralela que pueda suponer en el futuro la principal fuente de ingresos.
De este modo, si tienes tiempo suficiente puedes evaluar si esas ideas que tienes para ganarte la vida pueden acabar convirtiéndose en tu principal fuente de ingresos.
No obstante es altamente recomendable ir apalancando tu dinero o tu talento para obtener otras fuentes de ingresos.
Ya te expliqué en la entrada “Libertad financiera para Dummies” la importancia de obtener ingresos pasivos para que tu economía sea permanentemente un problema del que ocuparte.
Si no tienes ni idea de por dónde empezar a este respecto, te animo a que te descargues el ebook gratuito “50 Ingresos pasivos para empezar a ser libre” de Agustín Grau, todo un experto en esta materia.
Pues hasta aquí hoy. Ahora ya sabes cuál es el camino para dejar ese trabajo que odias.
Quizás tu problema sea que realmente no sabes hacia dónde orientar tus pasos en esta situación, lo cual te produce aún más bloqueo.
En una futura entrada te hablaré de los ingredientes necesarios para un trabajo ideal.
Como siempre, te animo a que utilices el campo de comentarios para contar tus experiencias o ideas acerca de lo tratado en esta entrada.
Hasta pronto!
NOTA: Los meetup son reuniones organizadas por internet en las que personas con un interés común se reúnen para realizar algo relacionado con dicho interés. La plataforma para organizar estas reuniones es http://www.meetup.com/
COMPARTE! smile – Si te ha resultado interesante y crees que puede venirle bien a alguien, ayúdame a difundir mi trabajo compartiendo este post con estos botones tan chulos de aquí abajo. 1000 gracias! rolleyes
Gracias por tu artículo, Álvaro, y por la mención.
Es cierto que hay mucha gente que siente reticencia y/o temor a dejar su trabajo. Pero me llama más la atención otra situación que también he visto y que sinceramente no entiendo (aunque respeto, por supuesto):
la gente que no tiene trabajo, está buscando empleo por cuenta ajena, no lo encuentra, no les llaman, siguen buscándolo, siguen sin encontrarlo, y llevan meses (un conocido, años), y siguen y siguen… ¿?
¿Alguien me lo puede explicar? Creo que todo es respetable como no puede ser de otra forma, pero en ocasiones hay que despertarse y mirar la realidad de frente y, como digo, despertarse del sueño.
Un abrazo
Hola Agustin! Yo soy una de esas… o parecido. Trato de trabajar en forma independiente y no termino de darle la vuelta. Busco en relación de dependencia pero no encuentro porque, principalmente, no es lo que quiero.
Creo que en mi caso hay un desconocimiento de cómo tener esa libertad financiera. Seguro hay un factor cultural, como dice Álvaro, que ayuda a que lo que leo sobre cómo hacerlo no me resulte fácil o posible.
Acabo de descargar tu ebook. Confio que de a poco me voy a ir abriendo a nuevas formas de ganar dinero. La urgencia económica a veces me enceguece y paraliza pero trato de poner el foco en la vida que quiero llevar.
Gracias de antemano por tus recomendaciones y gracias a Álvaro!!!
Amigo Agustín,
El problema son los paradigmas, esas creencias sociales que por alguna razón u otra han calado en la población…
Despertar como bien dices es el paso a la libertad, lo importante es no hacerlo demasiado tarde.
Gracias como siempre por tus comentarios smile
Álvaro,
Gracias por tocar un tema que nadie toca. Hace 2 semanas dejé “ese trabajo de m… del que estaba harta”. No fue fácil y recién estoy en el inicio del camino hacia la reubicación pero estoy muy felíz! Mi padre no comprende lo que hice y me lo pregunta (sólo me lo pregunta porque tengo 38 años) pero en un par de meses le diré: “has visto como lo que hice fue bueno?”
Eres muy valiente Adriana,
Yo hace un par de años me vi en la misma situación que tú y jamás me he arrepentido de dejar aquel trabajo.
Tu padre lo acabará entendiendo, pero darle tiempo para asimilar las cosas. Seguramente tu también has tenido un periodo de asimilación en silencio.
Me encanta recibir este tipo de mensajes de valientes inconformistas que no se resignan a tener una vida consumida por un trabajo que no les llena.
Muchísimas gracias por tu testimonio.
Un fuerte abrazo!
Hello!
Yo también soy partidaria de un plan B (o C) pero sobre todo de contar con la ayuda de un profesional para los momentos más delicados.
Yo me considero una persona fuerte pero un coach (en mi caso) fue fundamental para no aguantar todo el peso yo sola.
En mi caso, los únicos que me apoyan son mis hijos.
Un tema interesante que comparto entre mis amigas.
Muy de acuerdo contigo Ana,
La compañía profesional no sólo es muy buena aliada para alcanzar tus objetivos, sino que te ayuda a generar compromiso contigo mismo.
Haré una revisión del artículo para incluir este interesante apunte.
Gracias siempre por pasarte por aquí.
Un abrazo!
Hola, Álvaro:
Muchas gracias por la recomendación del libro. De hecho, hace varios meses sigo el blog de Agustín Grau. Como te he contado antes, este posts aplica perfecto para mí. Ya estoy implementando mi plan B y lo estoy haciendo paso a paso, sin prisa y sin pausa.
Con el plan B es bueno hacer un pareto para trabajar en el 20% de las actividades que te permitirán lograr el objetivo. También recomiendo utilizar el onirograma de Timothy Ferriss (se encuentra en el blog fourhourworkweek.com y en el libro “Semana Laboral de 4 horas”). Me parece una herramienta excelente.
Muchas gracias por compartir.
Saludos desde Cali.
Gracias a ti Maryory,
Tim Ferriss es sin duda uno de mis referentes. Ese libro lo tengo especialmente estudiado y subrayado: me acompañó durante un año por lo menos bigsmile
Gracias por traerlo aquí y recomendarlo, es sin duda una guía esencial para lo que estamos tratando.
Un abrazo hacia Cali!
Muchas gracias por tu artículo, Álvaro!
Sigo tu blog y también el de Agustín Grau desde hace unas semanas y os estoy muy agradecida por todo lo que estoy aprendiendo y por lo motivadores que son siempre vuestros posts. Este en concreto me viene al pelo, porque no no es que odie mi trabajo, odiar es una palabra un poco fuerte, pero desde luego ni me llena ni me motiva ni es a lo que quiero dedicarme toda mi vida. Más bien de lo que estoy más que harta es de mi profesión: soy informática, más concretamente programadora. Y llevo mucho tiempo pensando en dedicarme a otra cosa, el tema es que no he encontrado aún mi camino, pero estoy completamente segura de que de aquí a poco tiempo lo encontraré!
Gracias otra vez.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario Natalia!
Por supuesto que lo encontrarás, el primer paso ya está dado y verás como pronto descubrirás nuevas oportunidades para ganarte la vida.
Permanece atenta en el blog porque en las próximas semanas habrá algo que te va ayudar a esto que comentas.
Un abrazo!
Gracias, Álvaro,
un buen ejercicio para decidir qué hacer es pensar, no en los costes de cambiar, sino en los costes de quedarse. En mi caso, si bien los costes de intentar cambiar son muy elevados, los de no hacer nada, tienden a infinito… sé sumar, así que lo tengo claro.
Y a partir de ahí, paciencia, estudio, inversión, determinación y prudencia; la suerte sonríe a los valientes, pero no a los estúpidos.
Mucho ánimo Juanma!
Seguro que con el compromiso suficiente tarde o temprano acabarás realizando una profesión que se adecue al estilo de vida que deseas.
Un abrazo!
¡Fantástico post, e inspirador!
Soy de la opinión que, en muchos casos, la justificación de que el miedo obedece a la pérdida de lo conseguido, oculta una justificación más de fondo referente al “¿Qué diran?”
Es decir, más que a una pérdida material, obedece a una pérdida de prestigio o falso reconocimiento de la sociedad, que vería con malos ojos abandonar un trabajo “ideal” para embarcarse en una aventura a no sé dónde. Nótese la ironía wink
Es, como digo, una opinión.
¡Un abrazo!
En mi caso, es todo lo contrario. Hice “de todo” para dejar mi trabajo, y lo voy a seguir haciendo, y no tengo miedo de perder nada, porque “no tengo nada”. Y lo poco que pude haber conseguido, en especial, en este último tiempo, lo estoy disfrutando ahora, porque quiero que mañana se termine. Así que no tengo miedo de nada.
Mi gran problema es el económico, y que no sé para dónde caminar. Entonces tengo que ir gestando esa transición, pero con un proyecto real. Claro que a todas las semillas hay que regarlas, y van a ser “nada” los primeros meses. Pero cuando una empieza a prender, hay que hacerla crecer.
Eso en el caso de pasar a ser emprendedor (cosa que lo tengo muy en mente). La otra sería pasar a ser empleado pero en otro rubro, en un negocio o proyecto ya armado. Tal vez como pasante al principio, y luego cuando te empiecen a pagar, podrías ir dejando el trabajo de mier.. (al estilo de Historias de reinvención – Amaia).
Yo me pongo fechas como para tener ilusiones. Tantas veces las he puesto que casi que no creo en ellas. Pero seguramente alguna vez lo voy a cumplir. Hoy estuve pensando que cuando encuentre un trabajo nuevo ese va a ser el día más feliz de mi vida.
Simplemente hay que dejarlo y listo, el que no arriesga no gana
Bueno hay que tomar riesgos, solo opino que antes de dejar el trabajo hay que tener un colchón.