El pasado fin de semana, ojeando el periódico me encontré con este titular:
“El día que Mendieta tocó su canción con los Planetas”
Mi mente me llevó inmediatamente al único “Mendieta” que conozco: Gaizka Mendieta, exjugador del Valencia y FC Barcelona, que fue sin duda uno de los mejores centrocampistas de España a finales de los años noventa.
Sin embargo en seguida descarté la idea y pensé que debía de tratarse de algún guitarrista de una banda de renombre.
Mi curiosidad me llevó a querer aclarar el enigma, y para mi sorpresa descubrí finalmente que el guitarrista que se escondía detrás aquel titular era el Mendieta exfutbolista, que en la actualidad dedica su vida a la música.
Famosos re-etiquetados
La historia está llena de casos como el de Mendieta.
Se suele decir de ellas que son personas polifacéticas, aunque yo pienso que sólo son personas curiosas que han decidido explorar nuevos caminos en su vida.
Algunos ejemplos son:
José María Cano, componente del grupo Mecano que tras la disolución del grupo decidió dedicar toda su energía en componer una fantástica ópera. Desde el 2004 dedica su vida a la pintura, y según parece no se le da nada mal..
Anthony Hopkins, actor recordado principalmente por su papel de Hannibal Lecter en “El silencio de los corderos” también ha demostrado su talento como pintor y compositor siendo autor de este excepcional vals.
Pero si hay un caso que me gusta especialmente es el del guitarrista de la mítica banda Queen Brian May, que se doctoró en Astrofísica a los 60. Estoy seguro de que a esa edad no lo hizo por la insistencia de sus padres bigsmile
Todas estas personalidades son reconocidas por las profesiones que les lanzaron a la fama, pero sus intereseses y pasiones les han llevado a ir más allá de las etiquetas asociadas a esas profesiones.
(Si conoces algún caso más, me encantaría que lo compartieras con nosotros en los comentarios)
¿Cómo estás etiquetado?
Esto no sólo le pasa a los famosos.
La profesión que ejercemos se convierte rápidamente en una etiqueta con la que se nos identificamos socialmente.
Recuerda la última vez que asististe a una reunión en la que los asistentes se tuvieron que presentar al resto.
Estoy seguro de la fórmula “Mi nombre es XXX y soy profesora /ingeniero / biólogo…” fue la más repetida.
Es muy normal que te definas con la profesión que realizas, si bien has de saber manejar las “etiquetas” para que no te condicionen de un modo que no deseas.
1 Las etiquetas que te cuelgan
En los pueblos es muy habitual lo que se denomina “colgar el sambenito”, que no más que una forma de etiquetar a aquellas personas que por rumores, conductas o hechos poco éticos adquieren mala fama popular.
Seguro que conoces a alguien conocido popularmente como “el fiestero” o “el sieso”
Reflexiona sobre esto: se te conoce y reconoce por lo que haces y lo que dejas de hacer.
Esto no es malo si deseas construir una marca personal sólida como experto en aquello a lo que te dedicas.
Sin embargo, si tu intención es reinventarte profesionalmente de forma más o menos “radical”, la percepción que los demás tienen de ti puede convertirse en una gran resistencia.
Podríamos decir que te encontrarás en una especie de “encasillamiento” similar al que sufren algunos actores profesionales a los que se les identifica con un género o rol concreto.
Tips para ayudarte a cambiar cómo te identifican los demás
Abrirte paso como alguien experto en un área muy diferente a esa en la que trabajas en la actualidad te producirá la incomodidad de tener que explicar al mundo que lo que haces ahora ya nada tiene que ver con aquello que hacías antes, y sobre todo que eso es lo que verdaderamente quieres hacer con tu vida.
En mi caso fueron necesarios tiempo y muchas explicaciones, para que la gente de mi entorno dejara de identificarme como Project Manager y empezara a verme como coach y formador.
Para conseguir que te dejen de identificarte exclusivamente con esas marcas del pasado te recomiendo lo siguiente:
- Tener confianza en ti mismo y en quien quieres ser desde este momento: si no te lo crees tú, es difícil que lo hagan los demás ¿no crees?
- No te escondas: muy ligado a la anterior, pero en esta ocasión relacionada con tu comportamiento. Si no te ven actuar según ese nuevo yo actualizado difícil tendrás que empiecen a identificarte con esa nueva etiqueta.
- Cambia de ambientes: a veces poner un poco de tierra de por medio hace que la imagen que tienen de ti se desvanezca en tus círculos más cercanos, que son los que normalmente son más críticos u pueden ofrecer una mayor resistencia.
- Ten claro tu propósito: que se te identifique con nuevas etiquetas requiere de constancia, ya que si cambias cada dos semanas de comportamiento, lo más probable es que nadie tenga claro quién eres…
2. Tu percepción de ti mismo
Si importante es la imagen que tienen los demás de ti, mucho más lo es la percepción que tienes de ti mismo.
Existen casos de deportistas que tras una carrera de éxito sufren una profunda depresión. Su identificación con el entrenamiento y la competición es tal que al tener que dejar de hacerlo por la edad sienten un profundo vacío en sus vidas.
Esto quizás te ocurra a ti si llevas mucho tiempo dedicándote a algo.
Quizás eres ingeniero o abogado y te identificas con estas profesiones porque es lo que siempre has hecho, y sin embargo no te sientes satisfecho con lo que haces y no ves la manera de hacer algo que no sea eso en lo que has empleado gran parte de tu vida.
Por decirlo de alguna manera, al igual que proyectas una imagen hacia los demás, también tienes etiquetas con las que te identificas a ti mismo, y esto normalmente lo haces de un modo inconsciente.
Como expliqué en la entrada “Cómo desnudarse del ego” tú no eres tu profesión, y por tanto puedes elegir quién quieres ser a partir de ahora.
Tips para ayudarte a cambiar cómo te identificas a ti mismo
- Toma conciencia de qué etiquetas te cuelgas a ti mismo, tanto en lo personal como en lo profesional.
- Identifica aquellas con las que no te gusta que se te identifique.
- Desapégate de ellas haciendo el ejercicio que te propuse en la entrada “Cómo desnudarse del ego”
Conclusión
Los casos de Mendieta, Brian May, Jose María Cano… demuestran que no somos aquello que hacemos, y que las etiquetas no deben condicionar nuestra vida: sólo son una fórmula con la que definir tu ocupación y cómo te comportas.
Por eso para reinventarte sólo necesitas empezar a hacer aquellas cosas que definen quien quieres ser y mantenerlas en el tiempo, y eso sólo lo conseguirás con dedicación, esfuerzo y compromiso.
¿Qué etiquetas quieres que definan tu futuro?
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Maravilloso artículo, Álvaro. Y muy necesario: justo en mi último artículo hablo de algo relacionado, de cómo nuestra percepción de nosotros influye en lo que hacemos y cómo nos perciben los demás. Para mí es muy actual el tema, ya que al igual que tú, me he tenido que reinventar, y a día de hoy, cuando me pregunta por mi profesión, me siento extrañada al pronunciar: Soy Coach. Es como si no me lo acabara de creer del todo (bueno, es normal, porque estoy empezando). Pero es increíble cuando la nueva etiqueta te hace sentir orgullosa de ti misma, porque por fin me siento a gusto con lo que hago. Por cierto, vaya regalazo de lujo a los suscriptores con tu nuevo ebook. ¡Lo compartiré! Un abrazo.
Gracias María!!
A mi también me pasaba lo que dices de sentirte incómoda, como muy bien dices es muy natural, pero también es importante ir repitiéndolo cada vez más y con voz más alta smile
Uno sólo es aquello que decide ser, y para ello hay que empezar a comportarse de acuerdo a ese rol que quiere representar en la vida.
Me alegra mucho que te haya gustado el ebook! Compártelo por supuesto!! smile
¡Me ha encantado el artículo Álvaro!
Efectivamente yo tampoco creo que seamos aquello a lo que nos dedicamos, ¡faltaría más!, lo que si es cierto es que a los demás y a nosotros mismos nos cuesta trabajo vernos desarrollarnos profesionalmente lejos de lo que hemos hecho anteriormente.
Yo siempre tuve problemas para definir cuál era mi trabajo porque se trataba de algo extraño y de lo que no podía hablar mucho por razones de seguridad y secreto profesional.
Ahora, después de dejarlo, cuando alguien me pregunta a qué me dedico digo que soy escritora. Y lo soy porque es lo que hago todos los días y es lo que resuena dentro mi corazón. Claro que cuando hago esta afirmación siento una punzada de miedo y responsabilidad pero ahora ya no hay vuelta atrás y me siento,como María, muy orgullosa de mí misma.
Por supuesto cada vez que hago esa afirmación me encuentro con la siguiente pregunta: ¿pero has publicado algo?, ¿vives de eso? No todavía no vivo de esto pero estoy dedicando toda mi energía a convertir mi vocación en mi profesión y eso es lo que importa.
Todos podemos cambiar en cualquier momento y qué genial que sea así.
¡Un abrazo!
Hola Mónica!!
Muchas gracias por esta sensacional reflexión! Tu eres escritora porque es lo que sientes: no necesitas que nadie te lo diga ¿no? smile
Verdaderamente es extraordinario que podamos cambiar y ser aquello que queramos en nuestra vida, y qué pena que tan poca gente se atreva a ello, ¿no crees?
Un abrazo y muchas gracias por pasarte!