Cómo conseguir una vida a tu medida

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No mamá, no me gusta! No me lo pienso poner!!!

En la vida de todo adolescente tarde o temprano llega un momento en el que se rebela contra sus padres para demandar su derecho a elegir.

Está creciendo, se está formando su identidad, y quiere decidir entre otras cosas qué ropa que se pone.

Ya tiene criterio para saber qué ropa le gusta o se ajusta más a su personalidad.

Pero esa elección está muy condicionada por la valoración que otros tengan de él o ella en un contexto social, por lo general amigos o familiares.

Es decir, la necesidad de aceptación dentro de un grupo generalmente es fundamental cuando ha de tomar sus propias decisiones.

Vistiendo para los demás

¿Alguna vez te pusiste algo que no era de tu gusto simplemente porque todos tus amigos lo llevaban, o porque había alguien a quien querías gustar?

Seguramente ahora te estés riendo por aquella reacción juvenil smile

Pues sí, aprendemos bien pronto que nuestro valor está determinado por la opinión que los demás tienen de nosotros, y por tanto tomamos nuestras decisiones de acuerdo a esas valoraciones.

Pero lo que tú vales no está determinado por lo que los demás opinan de ti, y si aún tienes dudas, lee el cuento “El verdadero valor del anillo” que publiqué hace algún tiempo (haz click aquí).

Si te dicen que te pongas esto porque es lo último en moda…

..le contestarás al que te lo diga que se vaya a hacer puñetas. bigsmile

A estas alturas probablemente te vistes mucho más para ti mism@ que para los demás: seguramente ahora al comprar una prenda lo más importante para ti sea que te haga sentir bien.

Si es así, enhorabuena! estás siendo congruente contigo mism@, y no hay nada más importante que ser congruente para sentirse realizado.

El traje de la vida

La pregunta es ¿estás haciendo lo mismo con tu vida?

Si lees este blog probablemente hay algo que no te hace sentir del todo plen@ o realizad@.

Eso o eres de mi familia (hola Mamá!) smile

Pues te diré que la vida es como un traje: cuando no te hace sentir bien te resulta incómodo y todo lo que deseas es cambiarte.

Puede que estés llevando la vida que por influencia de otros creíste que era “la que mejor te iba a quedar”, pero si te sientes insatisfech@ quizás ya intuyas que no es así. Tú sabes bien que ese trabajo, esa pareja, esas rutinas… no te hacen sentir bien.

Influenciado por los demás has acabado disfrazándote con una vida que no es para ti, y ahora no sabes cómo sacártela de encima.

Llevas tanto tiempo con ese “traje” que ya no sabes ni qué es lo que te hace sentir bien.

Es muy lógico: vida sólo tienes una, y tienes miedo a equivocarte una vez más al elegir.

Pero ¿te quedarías con un traje que no es de tu talla?

Si has contestado NO, ¿por qué te resignas entonces a llevar una vida que no te sienta bien? 

Eso sí que sería una equivocación, por lo que cuanto antes empieces a cambiarla mejor que mejor. wink

Cómo conseguir una vida a tu medida

Empieza por identificar aquellos detalles que no te gustan, ya que es mucho más fácil.

¿Qué haces cuando vas a comprarte ropa?

Primero te la pruebas ¿verdad?

Pues cuando no tengas claro qué quieres prueba distintas cosas, y ve observando qué te gusta y qué no te gusta. 

Así conseguirás algo que te quede más o menos bien. smile

Pero si eres inconformista, y me consta que lo eres, querrás una vida que te quede como anillo al dedo.

Así que cuando tengas una idea más aproximada de qué vida deseas, te propongo que la vayas confeccionando poco a poco, a tu gusto, a tu medida.

Si quisieras un traje que te quedara como un guante, ¿qué harías?

Tomarte las medidas.

Pues si lo que quieres es una vida que te haga sentir bien, eso es lo primero que has de hacer: “cogerte la medida”, o lo que es lo mismo conocerte bien.

Sólo cuando tengas esa información podrás diseñar adecuadamente el patrón: el plan para alcanzar lo que deseas.

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Una vez que tengas claro ese diseño, ese plan, saca las tijeras y ponte manos a la obra.

Probablemente no te salga a la primera. No pasa nada, es normal, estás aprendiendo…

Además has de tener en cuenta que estás en permanente cambio, por lo que nada te libra de coger un par de kilos y que ese plan perfecto tengas que re-diseñarlo.

Es por eso que debes tener siempre preparadas las tijeras, o lo que es lo mismo, adaptarte y no empeñarte en que las cosas sean como eran antes.

Y si no sabes como hacerlo o quieres ir más rápido acude a un “sastre”: un coach puede ayudarte en menor tiempo a descubrir cuáles son tus medidas y qué es lo que mejor te sienta. Si quieres saber más puedes contactar conmigo.

Tú decides qué traje te pones en tu vida.

¿Cuánto más estás dispuest@ a seguir llevando uno que no te gusta?

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