Hay palabras que nos resultan atractivas y de forma que consciente o inconscientemente tratamos de acercarnos a ellas.
Esto lo saben bien los psicólogos que se dedican al marketing, y es por eso que “felicidad”, “gratis” o “éxito” son palabras empleadas con frecuencia para llamar la atención de los consumidores.
¿A quién no le gusta lo gratis? bigsmile
Psicológicamente conlleva ganar, y lo que es aún más importante, no perder.
“Éxito” es una de esas palabras que me gusta definir como altamente atractivas, y con la que todos queremos que se nos asocie y se nos identifique.
Pero ¿por qué cuesta tanto alcanzar el éxito?
En esta entrada intentaré ayudarte a responder esta pregunta.
¿Me acompañas? wink
Definiendo el éxito
Para alcanzar algo, es fundamental tener claro qué es aquello que perseguimos, por lo que lo primero que debes preguntarte es:
¿Qué es el éxito?
Te invito a que dediques un minuto para responder esta pregunta: visualízalo, dale forma, personalízalo si es posible…
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Si hiciéramos este ejercicio con 10 personas, es fácil pensar que cada una definiría “éxito” de un modo diferente.
Cuando se trata de cosas intangibles es habitual construir una idea mental a partir de lo que la comunidad entiende por ese concepto.
Pero, veamos qué dice la Real Academia de la Lengua Española:
Éxito: (del latín exitus, salida)
1.Resultado feliz de un negocio, actuación, etc..
2. Buena aceptación que tiene alguien o algo.
Interesante, ya podemos concluir algo: el éxito depende del resultado y/o de la aceptación.
El paradigma del éxito en nuestra sociedad
En el contexto social en el que vivimos, Cristiano Ronaldo o Madonna, son personas que han alcanzado el mayor de los éxitos, en este caso con una gran transcendencia gracias a la fama que aportan sus profesiones.
Del mismo modo en lo referente a los negocios, Bill Gates o Amancio Ortega, personifican el éxito al haber construido un imperio de la nada y ser hoy dos de las personas más ricas del mundo.
En un ámbito más cotidiano para algunas personas el éxito consiste en llegar a ser un buen doctor, arquitecto o licenciado en cualquier carrera universitaria, de ahí la insistencia de la mayoría de los padres en que sus hijos estudien una carrera: “para ser alguien en esta vida”. neutral
En todos los casos parece encajar con la definición de la RAE: personas con buenos resultados y reconocimiento.
Éxito sin final feliz
Recordemos ahora a dos mujeres que fallecieron no hace mucho: Amy Winehouse y Whitney Houston.
Sin duda sus carreras fueron exitosas según lo que socialmente se entiende por éxito, pero evidentemente el final de ambas no fue feliz…
..y que el resultado sea feliz es algo importante según vimos más arriba.
Estos casos de “final infeliz” están lejos de ser una anécdota aislada, y ocurre con bastante frecuencia en vidas que no tienen tanta notoriedad.
¿Qué falla entonces?
En mi opinión es algo relacionado con nuestro sistema de creencias.
Socialmente se concibe el éxito de acuerdo a unos patrones que poco o nada tienen que ver con el deseo individual de cada persona.
Así, hace unos años el paradigma que nos proporcionaría el “resultado feliz” con el que se asocia el éxito era estudiar una carrera universitaria, obtener un buen trabajo estable y formar una familia.
Dicho paradigma además refuerza la segunda definición de la RAE, aquella que decía “buena aceptación que tiene alguien o algo”.
Y he aquí en mi opinión dónde radica uno de los problemas: el éxito se ha convertido en algo que han de percibir los demás.
Vivimos en la sociedad de “Sin tetas no hay paraíso” *
Y creo que esa es la razón por la cual en la sociedad actual hay tanta insatisfacción silenciosa: ¿con qué derecho te puedes quejar si tienes todo lo que los demás no tienen y desean?
Así nos encontramos a un segmento de la sociedad que, a partir de los treinta y tantos, después de haber “hecho los deberes”, después de haber culminado todas las expectativas personales, se sienten frustrados ya que están donde se suponía que debían estar, y sin embargo no sienten plenitud ni felicidad en sus vidas.
¿Quién tiene la culpa?
El problema es que a ciertas alturas de la vida, replantearse los paradigmas con los que has dirigido tu vida o incluso contradecirlos resulta cuando menos duro y doloroso.
Es por esto que la mayoría de la gente no se plantea ni siquiera cambiar una pequeña parte de todo lo que piensa, y busca la causa de su insatisfacción en motivos externos, en problemas que no existen, y en ocasiones, si me apuras, en razones espirituales o paranormales.
Es por eso que mucha gente juzga los comportamientos y fenómenos que hay ahí fuera, sin detenerse mínimamente a revisar las creencias que tienen dentro.
Es por eso que hay tantísimas personas que se levantan cada día sin ninguna motivación para hacer aquello que no les gusta, rodeándose de personas a las que no quieren, con una sensación permanente de vagar por la rutina..
Y todo esto ocurre porque no están dispuestos hacer nada al respecto.
Porque si después de haber hecho todo lo que se esperaba de ellos han fracasado, no puede ser por su culpa: han cumplido con su deber, y por tanto la falta de éxito es por ausencia de suerte, o por cualquier otro tipo de razón.
Dejar de hacer las cosas según lo establecido, significa asumir la responsabilidad, y si fracasas: ¿a quién le vas a echar la culpa?
Una segunda oportunidad
Hacer responsables a otros de los que nos pasa, nos ancla de forma permanente en el problema.
Pero, ¿acaso no eres tú el único responsable de tu vida?
Si estás dispuesto a asumir esa responsabilidad, enhorabuena: tienes una segunda oportunidad.
Si realmente quieres alcanzar el éxito en tu vida plantéate qué es lo que realmente deseas en la misma.
Analiza tus valores y aplica congruencia en cada decisión desde este momento.
Olvídate de los paradigmas sociales y crea los tuyos propios.
Y sobre todo prepárate para ser incomprendido y criticado.
Como te decía antes, tienes una segunda oportunidad, pero para ello debes ser responsable y tener coraje. La realidad es que..
“sin cojones no hay paraíso” wink
*NOTA: “Sin tetas no hay paraíso” es una novela de Gustavo Bolívar en la que su protagonista Catalina, una niña de 14 años asoció la prosperidad de las niñas de su barrio con el tamaño de sus pechos. Como le ocurría a esta niña, nuestra sociedad parece sostener la creencia de que no hay éxito si no es visible ante los demás.
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Como siempre, muy interesante Alvaro. Me ha encantado la comparación con lo de “Sin tetas no hay paraíso”. Nunca vi la serie, pero he me he hartado de oír hablar de ella. Estoy completamente de acuerdo con que el éxito es algo mucho más personal que visible. Yo me considero con cierto éxito interno, pero la gran mayoría no lo ven. Ojalá tuviera esta mentalidad hace 10 años, pero no ha sido hasta que he madurado que empecé a leer y replantearme las cosas. Un abrazo.
Lo importante es lo que ocurre ahora María y todo el trabajo que estás haciendo para tu desarrollo personal seguro que te proporciona hoy en día un gran éxito personal.
Yo tampoco vi nunca la serie, pero me pareció muy oportuno el simil smile
Muchas gracias por pasarte y comentar!!
Hola Alvaro,
Muchas gracias por este post que sin duda me ha hecho reflexionar, pues como bien dejas caer sentir éxito es algo totalmente subjetivo y sin ir más lejos para mi Cristiano Ronaldo o Maradona no son personas de exito (aunque objetivamente puedan serlo) pues no me identifico con ellos; sin embargo si puedo considerar como personas de éxito a Amancio Ortega o Bill Gates aunque desde luego no se encontrarían en mi lista de los más exitosos.
Para mi el éxito esta muy relacionado con los valores que para cada uno son importantes y vivir acorde a esos valores independientemente de que nos reconozcan o no, para mi ese es el exito con mayusculas, el verdadero.
Como siempre un placer leerte.
Totalmente de acuerdo Virginia. Los valores son el pilar fundamental de una vida de éxito, por lo que trabajarlos y vivir de acuerdo a ellos es fundamental.
En mi opinión el éxito está ligado a un sentimiento de paz interior de saber que estás haciendo lo correcto, y eso vale más que la larga cuenta corriente que tienen los afamados que hemos comentado anteriormente.
Muchas gracias por pasarte y comentar smile
Gracias, Älvaro, por tu artículo. Después de haber publicado “La fórmula del éxito” y de haber escrito esta semana en mi blog “Las cinco frases que te lanzarán al éxito”, comprenderás que ¡no podía resistirme sin escribirte nada aquí! smile
Bueno, ahora en serio. Comparto todo lo que dices, y principalmente lo de que tenemos que asumir la responsabilidad de nuestras vidas. Eso de echar balones fuera, de quejarse, de protestar sin aportar nada, y de esperar que un día se produzca algún tipo de alineación galáctica que nos resuelva los problemas, creo que son actitudes y conductas que no conducen a nada. Creo que son altamente perjudiciales, porque suponen depositar la responsabilidad de tu vida en algo que está fuera, que es ajeno a ti y sobre lo que no tienes poder. Y el poder está en uno.
Yo quizá sea demasiado claro diciendo las cosas, pero no me gusta andarme con rodeos. Hay que asumir que uno tiene que arreglarse su vida, y si no sabe o no puede, pues para eso están los especialistas, los consultores y los coaches, para acompañar en el proceso.
Dicho lo cual os deseo a todos lo mejor de lo mejor. Un abrazo.
Muy buen post Alvaro.
Acabo de llegar a tu blog por un comentario en el blog de Carlos Bravo y me ha gustado bastante el contenido que publicas. Creo que me pasaré mas de una vez por aquí wink
Muchas gracias Andrés! me alegra mucho que te haya gustado, espero verte por aquí de nuevo.
Un abrazo!
Hola Álvaro:
Con respecto a la palabra Éxito, lo defino como un camino hacia una meta incluyendo los fracasos como lecciones para mejorar.
¿Qué hace más experimentado al alpinista? El camino a la montaña y los obstaculos vencidos. Esas lecciones aprendidas lo convierten en una persona exitosa. Sino tuviera que hacerlo, y llegara a la punta de la montaña de otra forma, se habría perdido de fortalecer sus habilidades, de aprender cosas nuevas. El éxito no es la meta, el éxito es el camino a la meta.
Lo complemento con lo que dijiste en un comentario anterior: “el éxito está ligado a un sentimiento de paz interior de saber que estás haciendo lo correcto”
¡Interesante reflexión!
Saludos.
Hola Maryory!
Muchas gracias por tu interesante reflexión! Como bien dices el camino del éxito está lleno de obstáculos que nos hacen más fuertes y más experimentados.
Coincido contigo que el éxito es el camino en sí, y que debemos de tener la suficiente sabiduría para darnos cuenta de ellos.
Un fuerte abrazo smile
Siempre es saludable, inteligente y sabio detenerse de toda esa prisa que tenemos y replantearnos las cosas tal como lo recomiendas Álvaro.
El unico detalle que aqui veo, es que ciertamente para replantearnos las cosas, uno debe ser lo suficientemente humilde en aceptar que comete errores, asi como también no dar por hecho las cosas y ser siempre sincero con uno mismo respecto a lo que uno quiere.
Y lo digo porque a mi me ha costado llegar a ese punto, y también lo veo en mi entorno no es simple, porque desafortunadamente tenemos la mala costumbre de siempre escuchar al exterior, a la sociedad y a las personas y nunca a nuestros corazones.
Talvez si pusieramos primero al corazón, el éxito siempre nos seguiría y veriamos que triunfar en la vida no es más que hacer lo que nuestros corazones nos dictan, solo asi conoceremos momentos de dicha y felicidad, sin importar los resultados.
Un abrazo Álvaro y que gusto saber que aportas en que los demás tomen conciencia sobre lo importante que es hacernos responsables de nuestras propias vidas.
muy bueno alcanzar el éxito y esto se logra con constancia.