A estas alturas estoy seguro de ya ha rebosado tu nivel de saturación en lo que al día de San Valentín se refiere.
La verdad es que a mí me pasa igual, así que tranquil@ que en esta entrada, como su título refleja, no vas a encontrar nada convencional.
Empieza leyendo esta fábula que estoy seguro de que te va a encantar.
El día en que San Valentín cambió de estrategia
Todo empezó un día en que la humanidad estaba asolada por guerras, disputas y malos rollos en general.
El señor se encontraba de cacería y no paraba de darle vueltas a su tercer ojo:
“Lucifer me está ganando la batalla… el mundo está llenándose de odio y crueldad, tengo que hacer algo y pronto”
Entonces observó que uno de sus ángeles era un crack con el arco y la flecha.
Le preguntó a San Miguel “quién es ese muchacho tan habilidoso en el arte de la caza mayor”
Se hace llamar Valentín, su Deidad.
“Pues hágale llamar ahora mismo que quiero hablar con él”
Valentín se personó ante Dios.
¿Qué desea Señor? Le preguntó
Te necesito para salvar el mundo. He visto que eres ducho en el tiro con arco.
Sí su deidad, llevo practicando 25 años.
Dios y San Miguel se miraron, Valentín no parecía tener más de 10 años.
¿Pero qué edad tienes criatura? Le preguntó San Miguel
Voy para 34, lo que pasa es que yo curraba para San Antón, y cuando le dije que a mí lo que me gustaba era cazar, me castigó y me dejó con lo puesto e impidió que creciera más.
Bueno dejémonos de chachara que tenemos que salvar el mundo dijo Dios: Valentín necesito que devuelvas el amor al mundo.
¿El amor??? Repitió incrédulo Valentín. Pero si yo no sé nada de amor.
No hay excusas, ¡si no sabes de amor se te enseña! Además te voy a hacer santo, y para que puedas desarrollar bien tu trabajo te voy a dotar de alas y te voy a dar unas flechas especiales.
¿Alas? La cara de Valentín se iluminó. ¿Dónde que hay que firmar?
Total que Valentín firmó los papeles y Dios habló con San Wikipedia y le dijo “San Wi, dale a San Valentín la información que necesite para saberlo todo sobre el amor. Yo creo que 6 GB de conexión a la inspiración divina bastarán”
San Valentín estuvo estudiando todo lo necesario y se convirtió en un experto del amor.
Entonces fue a ver a Dios y le dijo: “ya estoy listo jefe”
Dios le dio las “flechas del amor” y lo mandó a la tierra para que empezara a conquistar corazones y así en breve hubo miles de parejas enamoradas.
Durante milenios todo iba funcionando: los enamorados intercambiaban miradas, cartas de amor, componían canciones, poesías…
Lucifer seguía con sus guerras, pero gracias al trabajo de San Valentín el odio y el amor estaban compensados en la humanidad.
Hasta que llegaron las nuevas tecnologías. Las cartas dejaron de escribirse a mano y los enamorados se enviaban correos electrónicos y besitos con corazón en whatsapp.
La industria cinematográfica instituyó sus propios cánones de amor primero con “Lo que el viento se llevó” más tarde con “Titanic”, “Un paso adelante” y bueno ya sabéis como estamos..
A San Valentín todo esto se le escapaba de las manos. Además por la edad le empezaba a temblar el pulso y ya no atinaba tanto con las flechas.
El amor estaba de bajón y su prestigio por los suelos.
Entonces decidió tenía que cambiar de estrategia y reunió a los dueños de las empresas más poderosas del mundo.
“A ver Amancio, Bill y compañía, el amor os necesita.”
Se hizo un murmullo en la sala..
“Silencio! Lo que he venido a deciros es que estoy ya mayor para ir volando tirando flechas. He visto que esto de la tele llega a mucha gente de forma realmente rápida”
“Así es señor, se llama Marketing!” respondió Steve Jobs haciéndose el listillo como siempre.
“Pues hablad con Marketing y decidle que haga lo necesario para que los enamorados demuestren su amor”
“Pero el amor es algo que no tiene forma. Necesitamos algo a lo que se asocie a modo de imagen de marca, no sé”
San Valentín se quedó pensativo y dijo “Yo soy la mayor autoridad en Amor del universo: desde ahora tenéis todos los derechos de mi nombre para que lo utilicéis a vuestro antojo. Y no pongáis más excusas!”
San Valentín fue a Dios a explicarle lo sucedido: “A pesar de seguir teniendo esta cara de niño, como sabe su deidad estoy viejo y cansado, y ya no puedo seguir lanzando flechas como lo hacía hace si tuviera 1500 años”
“Sin embargo” prosiguió “He descubierto una cosa que se llama Marketing que es mucho más poderoso que las flechas, pero no se preocupe que me he encargado de que el amor esté asociado como siempre a mi marca personal”
En pocos años todas las empresas del mundo hicieron campañas de San Valentín para que los enamorados pudieran demostrar a sus parejas el amor que les profesaban regalando sus productos.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El romanticismo de amor tiene poco
Pues aquí estamos en pleno siglo XXI con el amor mediatizado y marketizado.
Creo que uno de los problemas que tenemos en nuestra sociedad es la asociación que se hace de amor con romanticismo.
No quiero con esto criticar el romanticismo: me parece estupendo que una persona enamorada demuestre su amor a su pareja, pero de igual forma me parece una estupidez generarse la obligación de demostrar el amor a una persona en un día concreto.
El problema repito no es el romanticismo. El problema es que se use el romanticismo como referente del amor.
A través del cine, canciones, libros, etc.. se ha fomentado una idea romántica del amor que poco tiene que ver con el amor en sí.
El amor se ha empaquetado y se vende con un formato con el que la sociedad compara sus relaciones personales.
Y esto es verdaderamente perjudicial, porque genera expectativas basadas en creencias limitantes.
Así si crees que tu pareja debe de tener un gesto contigo un día determinado y no lo hace, interpretarás que no te quiere lo suficiente.
Y del mismo modo si te afanas en demostrar tu amor a través de un gesto puntual y luego no recibes una respuesta proporcionada, sentirás frustración o infravaloración.
Ambas cosas demuestran falta de plenitud en la pareja, y lo que es peor, carencia de amor esencial.
En mi opinión todas estas conductas nos llevan a emociones destructivas por una única razón: pasamos más tiempo pensando en dar/recibir amor a/de los demás que a/de nosotros mismos.
El amor esencial
Si has de cultivar permanentemente algún amor ese es el amor esencial.
El amor esencial es el amor a uno mismo.
Es un amor que sólo puedes encontrar dentro de ti, nunca en el exterior.
Sin este amor siento decirte que no vas a sentirte pleno en la vida por mucho amor que te manifiesten los demás.
Pero este amor a uno mismo socialmente carece de repercusión porque carece de expectativa externa.
Por eso no existe un día del amor a uno mismo, porque contigo mismo normalmente no tienes que “jugar” a cubrir expectativas.
Sin embargo yo te animo a que hagas de cada día el día del amor a ti mismo, que dediques al menos 10 minutos a darte amor esencial.
¿Cómo?
Cuidándote, mimándote y agradeciéndote las cosas buenas que te proporcionas en esta vida.
Si quieres que te valoren, debes empezar a valorarte.
Si quieres que te respeten, debes respetarte.
Si quieres que te amen, primero has de amarte.
¿Crees que San Valentín es un día para expresar el amor o se ha convertido en un mero reclamo de Marketing?
Espero con expectación tus comentarios smile
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Pues como te dije en FB, coincido completamente con tu visión, Álvaro. El amor de pareja no es para regalarse corazoncitos, bombones o flores en ese día. Si quieres hacerlo, hazlo, pero no te veas en la obligación y menos aun exijas a tu pareja que lo haga. Y por supuesto el verdadero amor parte de uno mismo. Si no me amo, buscaré que otros me demuestren que me aman, porque nadie puede vivir sin amor. De ahí tantos problemas de pareja. Yo antes vivía un poco así; las chicas siempre nos hemos influidas por películas románticas, cuentos de príncipes y princesas… que poco tienen que ver con la realidad o que tienen sentido en la primera fase del enamoramiento. Y me enfadaba con mi pareja, creía que era frío, insensible, etc. Ahora afortunadamente he madurado (la edad es lo que tiene jeje) y ya me dan igual las tonterías esas de San Valentín o las flores. Me encanta que mi pareja me regale flores, pero no tiene que ser el día D, sino puede ser cualquier día del año. Además la mejor forma para mí de demostrar el amor es estar cerca, apoyar, entenderte, escucharte, ayudarte en momentos difíciles, compartir tus éxitos y tus fracasos. Es muy personal pero es lo que siento y cómo entiendo el amor. Gracias por esta interesante reflexión. Un abrazo desde Holanda.
¿Qué haces en Holanda María!?
Me encanta que mi blog sea leído por lo largo y ancho del mundo. smile
Yo también he madurado mucho en estas lides, y ahora vivo mucho mejor conmigo mismo. Antes era de demostrar mucho a los demás y poco a mi mismo, hasta que descubrí que la única manera de tener paz interior era quererme y valorarme a mi mismo.
Me gusta mucho la forma que tienes de demostrar el amor: huele a hogar, a cariño, a comprensión y sabiduría.
Gracias por pasarte y comentar María!
“Prefiero que no celebres conmigo San Valentin, pero que luches a mi lado los otros 364” Es de Rosa Vidal
El problema es que cuando nos opones a un día (por temas comerciales) nos oponemos, generalmente, a todo un año. Ajá smile
Para mí San Valentin, es una excusa más, como un cumpleaños, un aniversario,… para celebrar EL AMOR.
Pero desde luego hay que empezar por uno mismo. ¡Estoy contigo!
Llevas mucha razón Ana. Yo oponerme no me opongo, de hecho este San Valentín ha sido un día muy bonito y especial con mi pareja smile
Lo que rechazo son las obligaciones, y sé de personas que se dejan arrastrar por estas “tradiciones” y se convierte para ellos una carga más que un placer (pasa también con los regalos de Navidad)
Hay otros que por el contrario estos días están siempre “demostrando” el amor, y el resto del tiempo pues como que no toca… Luego cuando su pareja se queja les dicen que están cumpliendo religiosamente el manual del buen marido o buena esposa (les pasa más a los hombres, para qué lo vamos a negar)
Yo cada mañana encuentro una excusa para darme amor que es celebrar que estoy vivo! smile
Y sobre todo a ver si celebramos el mes que viene nuestra desvirtualización!!
Hola smile
Para empezar diré que la fábula me ha parecido muy buena. Es una versión “actualizada” del origen del día de San Valentín y las costumbres a ese día asociadas. Original e imaginativa!!
Y respecto al texto, estoy de acuerdo a medias. Que cuidar el amor, el respeto y la estima a uno mismo es esencial, creo que es obvio. Además lo que uno siente se proyecta y cuando tú estás agusto en tu piel, la atracción que los demás sienten hacia tí en cualquier ámbito se acentúa. Pero primar eso soobre todo lo demás parece un poco narcisista en mi modesta opinión. Conozco a gente que se quiere muy poquito y que sin embargo son personas con una inmensa capacidad de amar al prójimo, sacrificadas y generosas.
Y respecto a las expectativas en forma de regalo y detalles que genera el día de San Valentín, creo que habría que añadir el tema de la “competencia”. Aunque nuestra pareja sea genial con nosotros todo el año, nos gusta que cuando nos preguntan por ese día, podamos decir que nos dió tal o cual sorpresa o que nos regalo algo en concreto. Seguramente es un signo de inmadurez, un toque de exhibicionismo infantil, pero si parejas que no se hacen ningún caso en el día a día tienen un detalle esa fecha, por qué no nuestra pareja que además es un amor todo el año…porque nadie nos pregunta qué tal el resto del año y nos gusta quedar bien! En fín, es solo mi punto de vista y mi experiencia al respecto smile
Estupendo post, muchas gracias!!
Un cordial saludo.
Hola Julia!
Muchísimas gracias por comentar y aún más por discrepar: así es como se enriquecen la información.
En mi opinión si amarse a uno mismo es narcisismo, ¡qué viva el narcisismo!. Aunque no soy religioso, me gusta eso de la biblia que dice “Ama al prójimo como a ti mismo”, no dice que lo ames más ni menos, sino “como” smile Creo que darse amor a si mismo no es narcisismo en absoluto, es responsabilidad con uno mismo.
No digo que las personas que no se quieren a sí mismas no sean capaces de amar al prójimo, pero sí creo que no conseguirán alcanzar plenitud en sus vidas. Creo que usamos sacrificio para expresar compromiso con otra persona, y cuando eso es prioritario y se demuestra, por supuesto que es amor, aunque sea a costa de algún aspecto vital propio (por ejemplo una madre hacia un hijo enfermo).
Sin embargo, considero que anularse como persona por amor es una equivocación: hay madres que del mismo modo no hacen nada si no es con y para sus hijos, y eso en mi opinión es una forma muy personal de lo que es ser buena madre y de lo que es amar que no coincide en absoluto con la mía. (Idem para las parejas). Conozco personas que aman profundamente a otras sin descuidarse a si mismas y eso les hace sin duda sentir más plenas. Cuando no te atiendes suficientemente a ti mismo, sientes una carencia, por mucho que sea satisfactoria la entrega hacia otra persona.
En cuanto a San Valentín, parafraseo lo que digo en el post: si se hace por gusto genial, si se hace por obligación, ya estamos cayendo en conductas limitantes. Si la relación es sana, equilibrada y madura, y se siente amor recíproco, tu pareja sabrá si para ti es importante recibir algo ese día, y seguramente cuidará de ello. No obstante si por lo que fuera no pudiera hacerlo, creo que si alguien pregunta por ese día jamás te vas a sentir avergonzado de tu pareja. Se me ocurre una respuesta genial en esos casos es decir: “el mejor regalo de San Valentín es tener mi pareja junto a mi los 365 días del año”
Gracias de nuevo por comentar, ah y enhorabuena por la nominación al Black Wolf Blogger Award!!
Un fuerte abrazo!