¿Le das vueltas a todo una y otra vez, y otra vez, y otra vez…?
¿Analizas hasta la saciedad todas las posibilidades antes de tomar una decisión?
Es realmente agotador…
La verdad es que pensar demasiado es un hábito muy extendido y a la vez bastante nocivo.
Pensarse bien las cosas es importante, pero analizarlas en exceso puede llevarte a la parálisis por el análisis.
Además, si tu ánimo es negativo, darle muchas vueltas a las cosas puede llevarte a encontrar siempre argumentos para menospreciar aquello que sin duda es extraordinario en tu vida.
Sé bien de lo que te hablo.
Yo también he tenido ese hábito y he experimentado sus consecuencias: una pérdida de tiempo y de energía tremenda.
Por suerte he aprendido a controlarlo, y aunque a veces vuelvo a las andadas, sé cómo atajarlo con rapidez.
Si eres de esas personas que le da vueltas a cada asunto o problema por pequeño que sea, o analizas hasta la saciedad todo lo que ocurre te voy a contar 9 estrategias para dejar de pensar demasiado de forma inmediata. wink
Te garantizo que si las pones en prácticas conseguirás razonar de un modo más efectivo, sin maximizar las consecuencias, ni detenerte por tus miedos, y que sobre todo lograrás una mayor tranquilidad y equilibrio en tu vida.
1. Observa las cosas con perspectiva
Es muy habitual hacer una montaña de un grano de arena.
Así que cuando estés dándole vueltas y vueltas al mismo asunto piensa: ¿Qué importancia tendrá esto para mi dentro de 3 semanas? 3 meses? 3 años?
Si la respuesta es ninguna ¿qué narices haces pensando aún en eso? angry
Pregúntate: ¿hay algo más importante de lo que realmente deba ocuparme?
Seguramente la respuesta es SÍ
Por lo tanto cuando entres en un bucle mental, hazte esas simples preguntas: te proporcionarán una visión más amplia de tu situación, lo que te permitirá dirigir tu energía a aquellas cosas que realmente son importantes en tu vida.
2. Establece plazos para tomar tus decisiones
Si no le pones fecha de caducidad a esa decisión que tienes que tomar, lo más probable es que la observes y analices desde demasiados puntos de vista.
Una vez que tomas una decisión, te libras por completo del discurso interno que te lleva a considerar cada una de las opciones.
Seguro que conoces a alguien que se ha tirado 1 año viendo casas antes de comprar la suya, y finalmente no está satisfecho con la decisión.
¿Tiene realmente sentido prolongar una decisión en exceso?
Yo lo tengo clarísimo: NO
Te reto a que reduzcas tus plazos de toma de decisiones:
- Para pequeñas decisiones como, ¿hago yoga ahora o luego?, ¿compro la marca de siempre de pavo o esta otra que está en oferta?, etc.. no tardes más de 30 segundos en tomar la decisión.
- Para decisiones de mayor importancia recomiendo darse un tiempo prudencial, como puede ser al final de la jornada, o al final de la semana. Lo que tienes es que adquirir el compromiso firme de no sobrepasar ese límite.
Piensa que una vez que tomas una decisión, nunca sabrás qué habría pasado si hubieras tomado otra opción diferente. wink
3. Pasa a la acción
Si te acostumbras a pasar a la acción de forma inmediata evitarás procrastinar por pensar en exceso.
Comprometiéndote a terminar las cosas en un plazo prefijado conseguirás convertirte en una persona orientada a la acción.
Te aconsejo dividir las tareas en otras más pequeñas de modo que puedas centrarte en la consecución de un pequeño objetivo más fácilmente alcanzable.
Así evitarás sentirte abrumad@ por la necesidad de realizar algo difícil de manejar y que te hace caer una y otra vez en la procrastinación.
4. Interioriza esto: no puedes controlarlo todo
Si piensas las cosas 100 veces puede ser porque tengas cierta adicción a querer controlarlo todo.
Puede deberse a que tengas un miedo atroz a fallar, fracasar o quedar por tont@.
Pero esas cosas son inevitables en la vida, y más aún si quieres ampliar tu experiencia yendo más allá de tu zona de confort.
Piensa en personas que para ti son realmente inspiradoras y busca en su historial: veras como también han cometido errores.
Hace poco estuve viendo un documental de Steve Jobs, sin duda reconocido como un emprendedor y genio sin igual. En ese documental repasaban tanto su brillantez como los numerosos e importantes errores que cometió a lo largo de su carrera.
Los errores pueden hacerte pasarlo mal en el momento de cometerlos, pero si los observas de un modo positivo, verás que todos ellos encierran un importante aprendizaje.
Fíjate que Preocuparse es un proceso de discurso mental que sucede antes de poder ocuparte de algo, pero si eso está fuera de tu control ¿cómo puedes ocuparte?
Simplifica ese pensamiento de esta manera:
Por lo tanto deja de intentar controlarlo todo: simplemente no puedes anticiparte a todo lo que pueda ocurrir ni tienes en tu mano el control de todas las variables.
Si quieres aprender a dejar de controlarlo todo lee la entrada: Cómo acabar la obsesión por querer controlarlo todo.
5. Mándate callar en situaciones que promuevan un discurso interno negativo.
Ayer tenía hambre, y me disponía a cocinar. No encontraba las tijeras de cocina y las necesitaba. Mi reacción mental inmediata fue cabrearme y empezar a discutir conmigo mismo mentalmente. angry
Entonces me di cuenta de que era una tontería y que no tenía sentido y decidí utilizar un cuchillo en su lugar.
Os lo puede decir mi madre: desde pequeño, cuando tengo hambre me pongo de malhumor.
Lo bueno es que lo tengo identificado, y ahora cuando estoy con hambre y me pillo a mi mismo con un discurso interno negativo parafraseo a Juan Carlos I y me digo: “¿Por qué no te callas? Y me ocupo del asunto una vez que he llenado el buche… bigsmile
Así, te animo que identifiques aquellas situaciones en las que tu humor no es el adecuado y tiendes al discurso interno negativo para que estés alerta y puedas detenerlo y ocuparte de ese asunto cuando tengas un ánimo más adecuado.
Te darás cuenta de que en la mayoría de los casos el problema es muy pequeño o inexistente.
Y si el problema realmente es importante, entonces estarás en una mejor posición para enfrentarte al mismo.
6. No te ahogues en miedos inciertos
Otro hábito bastante habitual y que suele llevar a discursos internos interminables es cuando existe un miedo sobre algo completamente incierto.
En estos casos, las mentes más negativas suponen la ocurrencia de escenarios catastróficos, es decir, se ponen en lo peor.
En mi vida he sufrido cosas terribles, aunque la mayoría de ellas nunca ocurrieron. Mark Twain
Si eres de esas personas te propongo que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Qué es realmente lo peor que puede pasar?
- ¿Qué probabilidad real existe de que eso ocurra?
He observado que cuando algún miedo incierto me ronda por la cabeza y respondo de forma realista y honesta, en la mayoría de las ocasiones la respuesta es nada/ninguna o casi nada/ninguna.
Cuando este tipo de incertidumbres te invadan, detente unos minutos a hacerte esas preguntas: verás la realidad de una forma más clara, lo que te ahorrará energía que de otro modo perderías dándole vueltas en tu mente a ese miedo incierto.
7. Haz deporte
Te parecerá raro, pero a mí me ayuda y mucho.
El deporte tiene el extraordinario efecto de liberar tensiones y con ellas pensamientos negativos recurrentes.
Los griegos lo decían hace más de 5000 años, Mens sāna in corpore sānō.
En definitiva, está más que probado que hacer deporte ayuda a tener una mente más clara y libre de problemas.
8. Practica mindfulness
El midfulness es una técnica meditativa basada en la atención plena en el momento presente.
Cuando le estés dando vueltas con preocupación a cosas de tu pasado piensa que éstas ya no van a cambiar, y que por tanto lo único que puedes hacer con ellas es aprender de lo ocurrido.
Si lo que te ocupa la cabeza es el futuro, aún no ha llegado y posee un grado elevado de incertidumbre. El futuro no lo puedes controlar y por tanto no debes pasar excesivo tiempo planificando.
Lo único que posees es el presente, y es en ese presente en el que debes poner en mayor medida tu energía.
Con el Mindfulness trabajarás el arte del “aquí y ahora”.
Te cuento brevemente algunas técnicas:
- Concentrarse en la respiración: la respiración es algo que está siempre presente y que nos acompaña constantemente, por eso es tan recurrida a la hora de dejar de pensar demasiado. Cuando algo no deje de rebotar en tu cabeza, busca tu respiración y concéntrate en ella.
- Concentrarse en los ruidos: cerrar los ojos y centrar la atención en los sonidos de tu alrededor es otro ejercicio que te permitirá liberar tu mente de pensamientos.
- Concentrarse en la acción: por ejemplo, si estás lavando los platos, siente el tacto de la vajilla, del agua, la temperatura. Es decir focaliza tu atención en aquello que estás haciendo en lugar de lo que ronda por tu cabeza.
Estos son ejercicios básicos que puedes practicar con facilidad.
Existen otras muchas técnicas pero no quiero aburrirte, pero te animo a que investigues sobre el asunto si estás interesad@
9. Rodéate de aquello que no te incite a pensar demasiado.
No estamos solos en el Universo, y pasamos gran parte del tiempo interactuando con otras personas, por lo que nuestras relaciones tienen una influencia importante en nosotros.
Y no me refiero sólo a tus grupos de amigos o familiares, sino a lo que lees en blogs, periódicos o ves televisión..
Por ejemplo, yo hace tiempo decidí no escuchar canales informativos por la mañana por la radio, ya que siempre había noticias que me indignaban o me producían “mal rollo” de alguna manera.
Por tanto preferí limitar la información a lo que realmente puede ser concerniente a mi persona o mi familia.
Igualmente esto es aplicable a las relaciones sociales: si tienes algún amigo o amiga con tendencias a pensar demasiado y en negativo, considera si es una buena compañía.
Yo te animo a que pases más tiempo con aquellas personas que tienen efectos positivos en tu forma de pensar, y por tanto en tu vida.
Como ves dejar de pensar demasiado es posible, sólo tienes que poner en práctica alguna de las acciones anteriores.
¿Cuál vas a poner en práctica hoy mismo?
Cuéntanoslo en los comentarios smile
photo credit: las – initially via photopin cc
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Muchas gracias por este artículo! A mi me va a venir genial!! Soy experta en darle vueltas al las cosas. Por cierto, hay algo que podamos hacer con la indecisión? Un beso y sigue así.
Gracias Vir!
Todos solemos pensar demasiado, así que no te preocupes smile Pon en práctica el consejo que te venga mejor de los anteriores y verás como mejora smile
Sobre la indecisión… me lo apunto para tratarlo en otra entrada! smile
Besos!
Excelente, muy oportuno y acertado. Definitivamente me identifico y debo buscar la forma de aplicar los 9 concejos..
Muchas gracias Fabian!
Espero que lo consigas.
Un abrazo!
Muy buneos consejos. He leido recientemente El Poder del Aqui y el Ahora q va muy relacionado con todo esto, aunq hay una pare espiritual del libro q no logro entenfer muy bien, pero me gusto.
Saludos
Hoja José!
Para mi fue también un libro muy revelador y que me hizo reflexionar mucho acerca de mi vida.
Gracias por comentar!
Buenas tardes. Sobre lo de ‘mens sana in corpore sano’, ¿cómo podían los griegos hablar latín?
¿No será más bien una cita latina, del poeta romano Juvenal, que vivió a caballo entre los siglos I y II? Además, en su origen no tenía el significado que le damos hoy.
De todas formas, gracias por el resto del post. Tiene su utilidad.
Un saludo.
Gracias por el apunte Luis.
Los griegos no sé si sabía latín o no (seguramente más que yo), pero fueron los primeros en enlazar la premisa de que la excelencia está unida a la ejercitación de cuerpo y mente. Cito:
El deporte en la antigüedad no respondía al concepto actual que tenemos, de hecho era mucho más valioso y recogía un amplio espectro de valores, el culto al cuerpo era uno de ellos pero no el único, la preparación psicológica para la competición o el respeto a los dioses imprimían mayor ánimo al atleta y aportaba los requisitos que todo griego distinguía del hombre perfecto: καλòς καὶ ἀγαθóς (kalòs kaì agathós) o lo que es lo mismo “bello y bueno”, esta misma premisa fue luego adoptada por los romanos en su mens sana in corpore sano pero en realidad el origen reside en el ideal griego de perfección.
Entiendo que habría sido más apropiado escribir “Mente sana en cuerpo sano” en lugar del aforismo popular de Juvenal, o simplemente indicar es que ellos fueron los que por primera vez divulgaron ese ideal, pero bueno aclarado queda el tema en este comentario smile
Un abrazo!
Gracias , Información que me dice que hoy puse en práctica el #9 Estás son las personas con las que deseamos rodearnos en Internet.
Me encantaron todos pero cómo debo empezar a tomar prioridades me tomaré el 3 y 4 y lo resumo en “En vez de pre :antes de preocuparme me ocupo”
Muchas gracias. Espero esto tenga un impacto positivo perdurable en mi. Me hizo muy bien leer este artículo. Supe ser una persona que no le tenía miedo a nada y de repente le temo a todo, pienso demasiado las cosas, en múltiples situaciones que, como dice en el artículo, quizás no tengan probabilidad de pasar. Enfermé mi cabeza a tal punto de tener cáncer y hacer quimioterapia. Hoy por hoy sólo busco estar bien mentalmente para que los que me rodean no se sientan abrumados por mi pesimismo y negatividad. Voy a continuar con la lectura de estos temas. Me resultaron muy interesantes.
me identifico con los 9 pasos porque me sucede todo a menudo todos los dias no dejo de pensar analizar todo y mas de puntos de vista y me hace daño.
gracias por este articulo es muy difícil para personas que padecen de esta habito cambiar.
saludos.
Disculpe. Tengo muchos problemas relacionados con este tema pues pienso demasiado hasta el punto de no contestar una pregunta básica. Intentaré hacer estos pasos sin embargo si esto no funciona, que más puedo hacer?
¿Por qué no pruebas antes de pensar que no va a funcionar? smile